El encan­to de Gan­te duran­te los meses más fríos

Si piensa que la ciudad está muerta en invierno, está muy equivocado. En Gante hay tantas cosas que hacer en invierno como en verano. Una visita a la ciudad es, por ejemplo, la ocasión perfecta para quedar con amigos o familiares y brindar por el invierno. Además, Gante es el lugar donde se inicia cada año la temporada ciclista con la carrera Omloop Het Nieuwsblad. Y hay un sinfín de actividades más que no se puede perder. 

A algunos les encanta el ambiente especial que el frío le confiere a la ciudad, pero quizás usted prefiera un entorno más cálido. ¿Se inclina más bien por las actividades de interior? No se preocupe: Gante le ofrece un sinfín de opciones divertidas. Puede visitar, por ejemplo, alguna de las exposiciones invernales de los museos de Gante, o aprovechar para ir a ver el famoso retablo del Cordero Místico. Para relajarse, puede acudir a un hotel con spa. Si, al contrario, prefiere un plan más activo, también puede ejercitarse en una preciosa piscina en estilo art deco. Ir al cine, ver un auténtico palacete urbano por dentro: ¡hay tantas opciones! 

Un proverbio nórdico dice que el mal tiempo no existe, solo la ropa inadecuada. Este proverbio se aplica también al tiempo frío: ¡abríguese bien, y vamos allá! No hay nada mejor que salir a caminar en invierno, ya sea en la ciudad o en la naturaleza. Reserve una visita guiada por el centro de Gante, salga al atardecer (más bien temprano en invierno) para hacer la galardonada ruta del alumbrado de Gante, o salga a pasear a uno de los parques o las reservas naturales en la ciudad y en su periferia. Y si tiene suerte, quizás haya una fina capa de nieve o de hielo que le dará al paisaje un toque extra de magia invernal.  

En una escapada urbana no puede faltar la buena comida, cosa que abunda en Gante. Los numerosos chefs apasionados que se han establecido en la ciudad, se esfuerzan por servirle platos sorprendentes. También los veganos y los vegetarianos tendrán donde elegir, ya que la oferta de restaurantes que proponen platos de origen vegetal es muy amplia. Entre en calor con un trozo de tarta o unos creps, disfrute de una cena elaborada o saboree la buena comida y bebida durante todo el día: usted decide. También verá que en Gante, abundan las terrazas: en cuanto sale un rayito de sol, las mesas al aire libre se llenan. Algunos negocios incluso ofrecen mantas para los más frioleros.  

Ir de compras en Gante es toda una experiencia: la oferta es grande y única. Esto se debe, entre otros, a los artesanos de Gante que se dedican en cuerpo y alma a la creación de sus productos. Puede tratarse de ropa, pero también de objetos de diseño o todo tipo de delicias. Además, la escena vintage es importante en Gante, al igual que la oferta de productos sostenibles. Si visita Gante en enero, podrá aprovechar las rebajas. Combine su día de compras con una visita a uno de los agradables mercados de Gante para una experiencia completa.  

Gante les da una cálida bienvenida a los niños en cualquier época del año. También en invierno puede planificar una escapada urbana apta para niños, con actividades divertidas para todas las edades. Por poner un ejemplo: una yincana con la aplicación del Dragoncito Fósfor, una ruta para descubrir el arte callejero de la ciudad, o una visita al Castillo de los Condes de Flandes o al Campanario Municipal – las guías para niños “Little Guide” le mostrarán el camino. Además, puede admirar la obra de arte más famosa de Gante, el retablo del Cordero Místico, a través de unas gafas de realidad aumentada. ¿Se ha cansado de tanta cultura? Lleve a los niños a jugar a algún parque (infantil).  

Hay tantas cosas que hacer en Gante durante los meses de invierno, que le recomendamos reservar una pernocta: ¡es la mejor forma de sacar el máximo partido a su visita! Hay alojamientos para todos los gustos: desde hoteles, hostales y bed and breakfasts hasta casas rurales.