Redactado el día 04/07/2023 por
Cuando leo sobre Bélgica como destino turístico, Brujas siempre destaca como destino número uno. Hace poco descubrí que esa posición privilegiada no es del todo justa, ya que Gante no tiene nada que envidiarle en cuanto a cultura, patrimonio y buen ambiente. Es más, el hecho de ser menos popular le beneficia, ya que le confiere un ambiente menos masificado. A continuación les presento el informe de mi primera visita a la ciudad, que sin duda no será la última.

Mi primera impresión después de un breve encuentro con la ciudad

Hace poco me bajé del tren en Gante por primera vez. Mi primera experiencia en esta ciudad de Flandes oriental fue muy positiva. Hace doce años, la guía Lonely Planet ya incluía a Gante en la lista de ciudades a visitar al menos una vez en la vida. Pero debo admitir que hasta ahora, nunca la había visitado en persona. Hay tantos lugares que aún no he tenido la ocasión de visitar, incluso Gales, que próximamente visitaré por primera vez. 

Tony Wheeler - Fundador de Lonely Planet

¿Qué fue lo que más me impresionó durante mi primera visita a Gante? 

 

Iluminación arquitectónica 

Al volver a mi hotel por la noche después de un evento, no tardé en olvidar el GPS de mi teléfono móvil. Me dediqué sobre todo a mirar a mi alrededor, encontré solo el camino de vuelta y me llevé algunas sorpresas agradables por el camino. Por la noche, la ciudad respira un aire romántico gracias a la presencia del agua y al bonito alumbrado nocturno. También me parece una ciudad con una amplia oferta de ocio nocturno, aspecto que me gustaría explorar en una próxima visita quizás, en la que sin duda vendré acompañado de mi mujer Maureen.  

Patrimonio cultural 

El Retablo del Cordero Místico me dejó sin habla. Es una obra de arte realmente única. ¡El mero hecho de que aún exista a día de hoy es un milagro en sí! A lo largo de su historia se robaron varios paneles, fue trasladado y vendido en numerosas ocasiones y fue escondido en una mina de sal, entre otras cosas. También es interesante poder seguir de cerca la restauración en el Museo de Bellas Artes: cuánto tiempo se tarda, cuántas personas trabajan en ello, ese tipo de cosas. Me permitió conocer algunos aspectos de un mundo que aún desconocía. ¿El Castillo de los Condes de Flandes? De momento, solo lo he visto por fuera. Pero aun así me resultó impresionante. ¡No es de extrañar que disuadiera a cualquier intruso que pretendía invadir la ciudad! Tengo motivos de sobra para volver, eso seguro.

Sin turismo masificado 

Sí que me encontré con algunos turistas en Gante, pero en ningún momento su presencia llegó a ser abrumadora. No se puede comparar con ciudades como Barcelona, Venecia o Ámsterdam, donde el número de visitantes es desproporcionado. Me parece muy normal que Gante ofrezca algunos servicios hechos para turistas, tales como los autobuses turísticos o los paseos en barco. Es una estrategia comercial muy útil para permitir que los visitantes exploren la ciudad por su cuenta. ¿Eso cambia el carácter de una ciudad? En mi opinión, la respuesta es no. Por cierto, ¡nunca había visto a tantos ciclistas juntos! Me parece que es algo típico de Gante. Pero déjeme que le advierta: Las bicicletas de Gante pueden parecer tradicionales, ¡pero van muy rápidas!  

Here's a secret within a secret: Ghent might just be the best European city you've never thought of visiting, in a country that continues to be criminally overlooked.
Tom Hall - Lonely Planet's Best in Travel 2011

Explorar sin prisas 

Debido al protagonismo de Brujas, Gante sigue siendo el “secreto mejor guardado” de Bélgica. Pero por experiencia propia, le aseguro que merece la pena visitarla. Torres, edificios centenarios, vistas idílicas al agua: ¡qué ciudad más encantadora! Y quizás el hecho de no encabezar la lista de “lugares que no se puede perder” no sea tan malo para la propia ciudad. Quién sabe, quizás así los visitantes se tomen el tiempo para conocer realmente la ciudad, en vez de ir tachando rápidamente una lista de cosas que hacer. 

Gracias a Frank Van Os (Atlas & Zanzibar) en Ben Van Alboom

Tony Whee­ler

Tony Wheeler es de origen australiano, pero nació en Inglaterra. Su nombre quizás no le suene, pero sin duda el de sus legendarias guías de viaje Lonely Planet sí que le resulta familiar. Esta serie de guías, que creó junto con su mujer Maureen, ha sido imitada en innumerables ocasiones, pero ninguna ha estado a su altura. Como “inventor” de las guías de viaje modernas, Tony ha recorrido todos los rincones del mundo. ¡Ya es hora de descubrir también Gante! 

 

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