Los beaterios se empezaron a constituir a partir del siglo XIII para aquellas mujeres que deseaban vivir una vida devota “aisladas pero juntas”, sin tomar los votos monásticos. Los barrios formados por viviendas individuales y comunes se construían a menudo cerca de una iglesia, rodeados por una muralla con una o varias entradas. En Gante, disponemos de nada menos de tres beaterios, dos de los cuales han sido declarados patrimonio de la humanidad de la UNESCO.

El Antiguo Beaterio de Santa Isabel se conoce como “espacio sacro de tolerancia”, dado que cuenta con tres iglesias distintas: una católica, una ortodoxa y una protestante.

El Pequeño Beaterio de Nuestra Señora Ter Hoyen es el beaterio mejor conservado de antes de la Revolución francesa. Data del año 1235 y fue fundado por la Condesa de Flandes.

El Gran Beaterio de Santa Isabel fue construido entre 1873 y 1874. Es un beaterio excepcionalmente grande, situado a las afueras de la ciudad, en el distrito de Sint-Amandsberg. En este beaterio llegaron a vivir seiscientas beatas. Desde hace mucho que ya no viven beatas en el beaterio, pero sigue siendo un oasis único de tranquilidad. La última beata de Gante falleció en el año 2008, poco antes de cumplir los 100 años.

Disfrute de un paseo por las calles adoquinadas, evádase del ajetreado centro y sumérjase en el ambiente único que hoy aún reina en el beaterio.